El pasado lunes 4 de julio de 2016 en ?#?CafeDeNegocios? a las 17 hs. por Radio Light F.M. 97,3 Mhz, comenzamos con la columna editorial de análisis económico de Juan Marcos Tripolone en Diario Clave del domingo: "El consumo, bien gracias" ( http://www.diarioclave.com/economia-y-finanzas/2016/07/consumo-bien-gracias/ ).
Además, tuvimos un programa especial de 1 hora del panel ?#?CaféDeDiseño? junto a nuestras columnistas Maria Marta Baliña Scaini de Cruz Cuero y MaGu Colque de Pow Buró Creativo. Los invitados del día:
Ariel Pittavino, a cargo de de la dirección del parque de tecnologías ambientales de la Secretaría de estado de desarrollo sustentable de la provincia. Es diseñador y profesor de diseño industrial por la Universidad Católica de Cuyo y ejerció como profesor de ergonomía 9 años en la tecnicatura en higiene y seguridad. Con Capacitaciones en normas ISO 9001 y 14001.
Además nos visitaron las diseñadoras gráficas de SUPRA Comunicación visual, Yanina Pasin y Eliana Albornoz (diplomada en diseño socialmente responsable e innovador y en gestión estratégica de la investigación, el desarrollo y la innovación). Conversamos con ellas acerca de cómo detectar y resolver necesidades de comunicación a través del diseño gráfico, la ilustración, el diseño editorial y la identidad corporativa con orientación a profesionales y productores que deciden emprender y requieren incorporar el diseño como eslabón fundamental para el desarrollo y crecimiento de su emprendimiento a través de iniciativas como la gráfica para productos regionales de uso cotidiano inspirados en características de San Juan, cuyo mercado objetivo está compuesto por turistas y a conciudadanos con el objetivo de fortalecer el sentido de pertenencia. Con este proyecto ganaron un Capital semilla en 2014.
Miranos en vivo por ?#?LightTV?: www.lightfm.com.ar/camara
_________________________________________________________________
Economía y Finanzas
El consumo, bien gracias.
3 julio, 2016
Por Juan Marcos Tripolone. Conductor de Café de Negocios de lunes a viernes a las 17 hs. por Radio Light F.M. 97.3MHz.
Ya estamos en el segundo semestre en el sentido cronológico, aunque no parece que ocurra lo mismo en la significación metafórica que se le ha dado al término.
De todas maneras no debe el lector desanimarse. Tarde o temprano ese segundo semestre al fin llegará. Las economías se reactivan aún en países como Afganistán, Siria y Congo. En nuestro caso, los consultores ya pronostican que los primeros “brotes verdes” comenzarían en el último trimestre del corriente, pero se sentirían en el consumo bien entrado el 2017.
La buena noticia dentro de la mala noticia de esta recesión admitida oficialmente por el INDEC al convalidar 3 trimestres consecutivos de caída, es que gran parte de la inflación que hoy se percibe como alta atañe al componente estacional tarifario, pero las consultoras estiman que la inflación de núcleo ya estaría menguando.
En el mientras tanto la situación coyuntural luce extremadamente dura. Relevamientos como el de CAME acerca del cierre de compañías afirman que ya son 20.000 en todo el país las empresas (desde micro en adelante) que han cesado sus actividades, entre las cuales al menos 5.000 son comercios, rubro que constituye el termómetro directo del consumo.
La variable de ajuste se cae de madura y es precisamente todo aquel consumo considerado procastinable. Integran la categoría la renovación de electrodomésticos, con una caída que canta el 18% interanual, productos de estética y belleza, autos, entre otros.
Así, en este escenario de incertidumbre en el presente y esperanza en el futuro según indican las encuestas de opinión, todo consumo postergable es postergado. Para estos rubros no queda otra que sobrevivir, apelando a promociones del tipo 2×1, ofertas por consumos en grupo, clubes de beneficios, novedades, promociones y relanzamientos.
Será por eso que los viejos gurús de la mercadotecnia recomiendan para estos valles en los ciclos económicos aumentar el presupuesto de aquello en lo que justamente los actores económicos tienden a retacear: el presupuesto en comunicación y mercadeo.
Si hacemos foco en la otra pata que sostiene el crecimiento, la inversión, la fotografía indica que no sería este el momento más propicio para hundir capital, con el estado del arte en lo que a la macro respecta. Así está el capital, en la dulce espera a ver cómo el Gobierno termina de bajar las tasas y morigerar la inflación. Léase: último trimestre con suerte.
El país ingresó en terapia intensiva y el riesgo de mala praxis del cirujano para operar y desactivar las bombas dejadas por la gestión anterior era muy alto. Y ya lo dijo Murphy, cuando un sistema está propenso a errores, de seguro fallará. Ajuste de tipo de cambio y tarifas fue un explosivo cocktail combinado con una ya complicada e inflacionaria economía.
Es que los ciclos son así, el post-populismo es así. Esto es historia conocida y le iba a tocar enfrentarlo a cualquiera de los candidatos. Más allá de que a algunos negacionistas les cueste admitirlo, la economía se impone y no se la puede desoír apelando a recetas mágicas como una y otra vez intentaron nuestros gobiernos populistas.
Pululan aún políticos que pretenden convencernos de que por ley podemos decretar felicidad y reactivación. Pero la realidad de un déficit fiscal no visto en 3 décadas, inflación persistente desde 2006, tipo de cambio crónicamente atrasado, 12 años de desfalco al estado, una pésima gestión de los recursos y atraso tarifario desde 2002 termina por imponerse.
Mientras tanto, a la gente se la sigue intentando convencer de que siga esperando a algún mesías económico que los libere. Es de esto mismo que la semana que pasó se oyó hasta dirigentes convencidos de que derrocando al gobierno de turno e imponiendo a un reemplazante se acaban los desequilibrios, como si desaparecieran por arte de magia. Esta idea ilusoria, esta falta de respeto a la realidad y a la razón está en nuestro gen. Integraron ese gen, la ilusión de que 1 peso equivalía a 1 dólar en la década menemista y de que el gas domiciliario valía menos que un café en la década kirchnerista.
De la raíz de esa ilusión, nace también la decepción inmediata e intolerancia para soportar la dura carga de afrontar las medidas correctivas.
Son señales de que aún somos un país adolescente. Es asombrosa la capacidad que tuvimos para no ver los problemas y desequilibrios económicos que se gestaron por años. Y ahora pedir que un mago los resuelva o los haga desaparecer de nuestra hoja de balance.
Lo cierto, por duro que parezca, es que los resultados de lo actuado ahora, se verán dentro de un año, con viento a favor. Larguísimo plazo para el gen argentino. Reactivación habrá, pero no cese de problemas. Al fin y al cabo, después de esta brutal recesión, cualquier brote verde como el que ya se dilucida en el agro, tarde o temprano va a mover la aguja.
Pero por ahora, parece que a las inversiones tendrán que fogonearlas desde el gobierno con el plan de infraestructura, porque con estancamiento e inflación juntas, no lloverán dólares aún. El turno del aumento significativo de la IED le tocaría dentro de 1 año como mínimo.
La selección argentina fue una buena postal de nuestro país en materia económica: todo el potencial junto, siempre promisoria, y pareciera como intolerante al éxito. ¿Nuestro ego impedirá soportarlo? Nunca llegamos a ese destino al cual, creemos, hemos sido llamados.
Quizá cuando dejemos de ser un país desbordado de ideas y pensamientos reduccionistas, simplistas, desde los cuales todos nos sentimos directores técnicos, todos nos creemos dueños de “la posta”, pero siempre terminamos cayendo en vanas minimizaciones de nuestros problemas, podamos emerger de un buena vez.
Buen ejemplo de ello fue la tan alabada gestión de Néstor Kirchner, cuyo plan de gobierno bien pudiera resumirse en el aprovechamiento de precios de commodities como jamás en la historia de la humanidad existieron, aplicación de retenciones para capturar esa renta extraordinaria y repartición a mansalva de esas retenciones para hacer populismo.
Los resultados saltan a la vista: un país sin infraestructura; sin energía; con obras públicas a la mitad; con rutas, puentes y caminos destruidos; con 51 muertos en un tren.
Inconvenientes tan profundos, que no pueden solucionarse por generación espontánea. En el afán de agilidad que la presión de gobernar impone, el tarifazo se aplicó de forma despiadada. El diagnóstico del cirujano Aranguren fue el adecuado, pero la cirugía implementada se asemejó a mala praxis sin anestesia causando un inmediato passthrough.
Durante la megadevaluación aplicada por el gobierno de Duhalde consecuencia del fin de la convertibilidad, aunque el tipo de cambio casi se cuadruplicó, existió un pasaje a precios de “solo” 40%, porque las tarifas se contuvieron y congelaron. Podría decirse pues, que fue una devaluación mentirosa, y en esa irrealidad vivimos hasta que Aranguren entró al quirófano.
El componente cambiario también tuvo gran incidencia en la caída del consumo. El gobierno erró en el diagnóstico de que los precios ya estaban actualizados a un dólar de 15 o 16 pesos, o bien el temor y especulación provocaron que si eso era cierto, aún así hayan remarcado, en el marco de un gobierno que aflojó el torniquete de los controles de precios.
No obstante, la inflación de núcleo ya se comenzaba a percibir a la baja fruto de la recesión consecuente de un inquietante congelamiento y atraso cambiario combinado con la astringencia monetaria por la vía de las tasas, que a la postre comenzaron a bajar gradualmente en sincronía con el descenso de la inflación sensada por el BCRA. Pero llegó el Brexit y puso “al día” nuevamente el tipo de cambio, forzando al BCRA a intervenir el dólar y a volver a poner un ojo a la tasa para evitar que se fuguen capitales desestabilizantes.
Como se vé, queda tela para cortar antes de que el consumo acuse recibo de los estímulos.
Comentarios