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Comentarios
Me ha gustado el programa. Amigos de Santi ya! Jajaja. Gracias por estos momentos
Buenos días! aquí la bibliotecaria gallega que participó en el programa del Homenaje a los oyentes, aquel de Milenio3. Felicidades por los podcast, Santi, estoy enganchada a tu buen hacer. El lunes me voy de vacaciones a Helechosa de los Montes,el pueblo de origen de mi marido,aunque ahora también sea un bibliotecario galeguiño de adopción.Cuando vamos a Herrera y pasamos por tu pueblo siempre me acuerdo de ti. Pero, al lío, porque mi historia está relacionada con hoteles. O restaurantes que lo fueron. No me jacto de tener precisamente un Don para lo paranormal, me hubiese encantado pero soy como el común de los mortales, sólo una vez siendo estudiante en Compos tuve un encontronazo con el misterio en la carretera general a Lugo, pero de eso ya hacen casi veinte años. Este verano estuve en Boiro, una bonita localidad ya casi de las Rías Baixas. Mi primo, sabiendo de mi debilidad por los cementerios (hice un curso de interpretación de iconografía funeraria decimonónica) nos llevó a cenar a la Abadía de San Enrique, un bonito lugar que era la antigua casa del cura y que linda con el cementerio de Cabo de Cruz.Estando sentados bajo la parra, en la terraza del lugar (tiene viñas y un manzanal)y con la mesa dispuesta, mi marido y la mujer de mi primo se llevaron a mis hijos, VaL y Lex, a lavar las manos. Allí quedamos mi primo y yo, disfrutando de la cerveza y del Crepúsculo. sólo había una pareja bajo la parra, el resto de comensales del local estaban dentro de la Abadía. Yo charlaba con mi primo, al que tenía en diagonal, y vi venir por encima de su hombro a un niño que corría. -Ahí viene Lex,le dije. Entonces se tropezó con la mata de hortensias que separaba las mesas (insisto, vacías). al ver el movimiento brusco de las hojas Yo grité: ala, ya se espetó. Mi primo se sobresaltó al oir el «hortensiazo» y se levantó como un resorte para ayudar a Lex. Entonces me miró, con los ojos espantados y me dijo: aquí non hai ninguén (aquí no hay nadie). Se sentó y nos quedamos en silencio. A los.pocos minutos llegaron los demás, y entonces me di cuenta que el niño que corría a tal velocidad entre las sombras era más alto que Lex. Mi marido y mi prima no nos creyeron (el lusco fusco, las sombras...) pero yo sé lo que vi y oí.Y mi primo lo que escuchó. Esas cosas que alivian un poco al pensar en la señora de la guadaña (dont't fear the Reaper) Y hasta aquí mi pequeña pero gran historia. Un abrazo y , como bibliotecaria, genial el podcast de las ediciones raras. Bueno. Geniales todos.
No entiendo a qué viene esta sección de supuestos "graciosetes". No pega con el programa.
Gracias Santi por tu tiempo. Después de Oliver sería un gustazo escuchar a Iru Landucci.
Para cuando otra entrega de los “amigos de Santi? Por aquello del de la tierra plana...ah,y podrías tratar sobre el instituto tavistock?
Me encanta el tema de los hoteles porque, por mi trabajo, tengo que usarlos con frecuencia. He visto de todo, me daría para escribir un libro. Pero ninguno en el que se unieran los horrores de esta dimensión y sobre los que desarrollas poderes sobrenaturales, como moquetas por las que te gustaría poder levitar, hasta fondos de bañera con civilizaciones floreciendo en su interior... y los sucesos a los que no eres capaz de dar explicación, como ruidos de arrastrar muebles en el piso de arriba a las dos de la mañana, que cuando vas a preguntar en recepción que si pueden interceder con los de la habitación para que dejen de mover muebles, te comentan que esa habitación no se ocupa desde hace tiempo (risa nerviosa) Hotel Rodeway Inn en Boulder, Colorado. Toda una experiencia. Muy buen podcast, seguid así Extraña familia!
Hola Santi y Extraña pareja! Como el tema va de hoteles extraños os escribo desde un hotel en Oxford que fue una prisión hasta 1996 durante 300 años....El hotel Malmaison...sugestión o no, ayer el grifo se abrió solo...
Bien Santi, buen fichaje el de la "pareja extraña"
grandeeee Santi
@jcbre Tranquilízate, hermano, que te noto un pelín tenso. No voy a dedicarte más mensajes ni a gastar más tiempo contigo. Te dejo un consejo, aprende a escribir antes de llamar cateto/a a una persona. Siento recurrir a algo tan bajuno, pero me lo has puesto a huevo. Un abrazo, guapo.