Desde la Clínica URJC nos explican como convivir con una hernia discal

Es una patología muy extendida y sufrida por las personas

Desde la Clínica URJC nos explican como convivir con una hernia discal. Gemma Alonso, fisioterapeuta de la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos, nos ha visitado para explicarnos los tratamientos y las situaciones que giran en torno a la hernia discal.

Una hernia discal es la salida del contenido del interior del disco vertebral hacia el exterior, comprimiendo diferentes estructuras como los nervios o raíces nerviosas generando lumbalgia o dolor a nivel lumbar. La hernia discal puede producirse en un momento dado, a lo largo del tiempo, con un movimiento brusco que provoque la rotura del anillo situado entre las vértebras.

La herniación del núcleo del anillo puede comprimir tanto a la médula, si es una hernia central, o a la raíz nerviosa que se encuentran a un lado y a otro de la vértebra. Lo que esto provoca es la contractura refleja de los músculos de la zona, que como consecuencia genera lumbalgia o cervicalgia.

Los grados de afección a los que se ve sometido el daño del disco intervertebral son tres: Fisura discal, Protusión discal y Hernia discal.

A nivel de lumbalgia, los síntomas que padecen las personas son la lumbalgia, alivio del dolor al flexionar las rodillas, el evitar hacer movimientos bruscos o permanecer en la misma posición debido a la incomodidad, el aumento del dolor al toser o estornudar, la falta de control del esfínter si está afectada la primera vértebra sacra, parestesia (hormigueo) en muslos y piernas, la ciática o la debilidad y pérdida de sensibilidad en miembros inferiores.

El tratamiento para estos casos será siempre conservador, ya que más del 85% de personas que padecen hernia discal mejoran con un tratamiento conservador y el organismo remite la afección nerviosa al acomodar o reducir el tamaño de disco con el tratamiento.